Tu yo digital sabrá quien eres de verdad
Por ahora el método más seguro para identificarnos en el móvil o en una web es la contraseña. Es un buen método, funciona, aunque sus problemas son de sobra conocidos. A quién no se le ha olvidado la contraseña de un servicio o el pin de un aparato, o quien no conoce a alguien que le hayan crackeado una contraseña. Google con Trust Score quiere a sustituir las contraseñas por un Índice de Verificación de Identidad.
Hasta la fecha todo sistema biométrico que se ha usado en los móviles como la detección de cara o la huella dactilar se han demostrado poco seguros. Google, en su afán por quitar las contraseñas, ha decidido recopilar todos esos elementos que antes se usaban por separado, almacenar sus datos, buscar patrones de conducta y con estos ir creando el índice Trust Score.
Nuestro móvil en segundo plano recopilará todo lo necesario para crear el índice: sensores de movimiento, giroscopio, detección de rostro, huellas dactilares, uso de aplicaciones, patrones de escritura, localización etc. Cuántas cosas ¿no?
Dependiendo de las circunstancias una app o una web te pedirá a tí (o al móvil) que te identifiques, y en ese momento el móvil preguntará “cuánto de cierto es que eres tú” y Trust Score devolverá un porcentaje. Por ejemplo, en el caso de que te devuelva un 8o% la aplicación, que tendrá un margen de configuración, decidirá si necesita un porcentaje mayor o menor para “identificarte como tú”. En caso negativo pedirá otra forma de identificación (patrón, huella, o la típica contraseña) , en caso afirmativo directamente te dará acceso. Si en vez de estar en tu casa con tu wifi estás tumbado en un resort de Tenerife rodeado de alemanes rojos por el sol, te bajara el índice.
Os pongo un ejemplo de lo inquietante que es que una empresa como Google recopile tanta información personal nuestra.
Lo que ocurre es que hemos decidido priorizar la comodidad y no preocuparnos de las consecuencias, porque además así tenemos un montón de “servicios gratis” ¿no? Igual no son gratis, incluso igual trabajamos para ellos y no nos pagan… Vale, vale al tema…
La privacidad ya la hemos perdido, pero ¿y la identidad? Hasta ahora con las contraseña somos nosotros y nuestra memoria la que nos identifica ante una tecnología. Pero con este nuevo servicio la cosa cambia. Trust score es quien decide quién soy yo.
Mis patrones y mis conductas son parte de mi identidad, pero si Google o Facebook “cosifican” esa identidad en una representación digital ¿qué control tengo sobre ella? Obviamente estoy especulando, pero ¿qué garantías tengo de que esa representación digital pueda ser mia y no clonada o distribuida?
Cada vez que rascamos la superficie de los acontecimientos futuros, soy más conscientes de no tener ningún control sobre ello. Vendimos nuestra privacidad por comodidad y estos serán nuestros monstruos.
